Profesor particular

Bueno, ahora mi nieto me está enseñando a jugar ajedrez.

Es muy buen profesor, me hace mimitos cuando no entiendo algo y me pide que use la cabeza.

"Vos podés nonita, dale que podés, has hecho cosas más difíciles!"

Después de un rato le digo: "estoy embolada", entonces me propone un descanso que acepto con gusto.

Pero como su cabecita no descansa nunca, se le antojó una brillante idea: "Te voy a hacer un test para medir tu coeficiente intelectual".

Se puso a mirar televisión y me dijo: "tenés media hora para hacerlo."

Yo ya tenía la cabeza cansada pero igual accedí a su propuesta.

El resultado de ese bendito test dio como resultado 96, o sea, no llega a lo normal.

Ahora no solamente estoy embolada, sino también preocupada con esta puntuación.

Me pidió que practique con el juego de ajedrez porque el miércoles quiere que le gane.

Anoche estuve practicando pero en vez de poner como adversaria a la compu, lo puse para jugar como si estuviera jugando con él.

Una vez jugaba en nombre de él y otra vez en mi nombre.

ATENCIÓN: resultado del juego, me ganó mi nieto.

Yo me pregunto, si estoy jugando yo sola en nombre de los dos ¿cómo puede ganarme él?

Estoy predestinada a que este niño me pueda!

Vamos a ver qué pasa el miércoles, voy a seguir practicando y espero ganar yo alguna vez.

Mejor dicho, espero poder procesar tanta información y ver si puedo salir airosa.

Más allá del resultado, tengo que confesarles que la pasamos muy bien y nos divertimos mucho.

Este precioso muchachito me alegra la vida!